Mónica Guzmán González, decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica del Norte.
Antofagastina y formada como psicóloga en la Pontificia Universidad Católica de Chile, la decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica del Norte (UCN), Mónica Guzmán González, asumió su cargo con un campus vacío.
Para esa fecha -julio de 2021-, la Universidad aún no retornaba a la presencialidad, por lo que para la nueva autoridad el desafío se encontraba no solo en la gestión propia del cargo con miras a mejoras de su área, sino también, desde su profesión, a acompañar a los alumnos en el proceso de aprendizaje a distancia.
“Cuando toca afrontar situaciones difíciles y complejas que ponen en marcha nuestras capacidades para enfrentarlas, también hay procesos de crecimiento, de descubrir recursos que antes pensabas no poseer. Prueba de ello es cómo se instaló la virtualidad, que paradójicamente nos une pese a estar distanciados, aprendiendo también cómo se pueden implementar procesos de enseñanza con otras tecnologías. Pero también nos hace valorar los vínculos, como tener una ceremonia presencial de titulación, la cual tuvimos después de más de dos años, o el valor de un abrazo. Hay cosas que la virtualidad no remplaza”, cuenta.
ANCLAJE EN ANTOFAGASTA
Mónica Guzmán cuenta que ha vivido dos veces en Santiago, la primera para sacar su pregrado en psicología en la Pontificia Universidad Católica de Chile; y la segunda, para sacar su doctorado en la misma disciplina, pero una vez concluidos estos procesos regresó a la ciudad.
“Nunca fue mi objetivo vivir en otro lugar que no fuera Antofagasta, y si estudié psicología en la capital fue simplemente porque para ese entonces, no se impartía esa carrera en la región”, explica.
Asimismo, la decana dice que ha desarrollado fundamentalmente funciones de docencia e investigación y, de manera paralela, ha centrado su expertis en la atención clínica de población adulta y de parejas.
Su vínculo con la UCN se inicia en el 2000, impartiendo clases como docente hora, pasando a planta en 2004. En ese intertanto ha asumido distintas funciones, además de la docencia e investigación: dirección del Centro de Intervención y Asesoría Psicosocial, dirección de la Escuela de Psicología, secretaria académica de la Facultad de Humanidades, y ahora la decanatura.
COMPROMISO
Guzmán González cumplió un año desde que asumió la decanatura de la Facultad de Humanidades UCN, la cual agrupa a las escuelas de Periodismo, Psicología e Inglés.
“Concibo mi profesión como una disciplina de servicio, y la decanatura para mí es una expresión de eso, de ponerme al servicio para ayudar al fortalecimiento de la facultad. De ese lugar me atreví a intentarlo y creo que ha sido una decisión acertada, porque hay muchos desafíos. Somos una facultad pequeña, pero de creciente complejidad, cuyas disciplinas tienen mucho que decir en términos del aporte de la construcción de una sociedad más justa e inclusiva”, expresa.
Asimismo, la profesional explica el perfil que debe caracterizar a las y los alumnos de su facultad, quienes incorporan los valores universales de la Universidad Católica del Norte y cuya formación se da en un contexto de agrupar carreras que trabajan con personas.
“Hay un perfil que es común de la Universidad, un sello que nos importa transmitir a nuestros estudiantes que tiene que ver básicamente con el respeto por la dignidad de las personas y la responsabilidad y el compromiso social. Nuestras carreras hacen particularmente suyos estos valores, porque trabajamos con personas a las que debemos tratar y valorar en su dignidad, asumiendo y tomando conciencia del compromiso que nuestros estudiantes deben asumir en resolver problemáticas sociales, ojalá con énfasis en los desafíos de la Macrozona Norte, y pensando en un mundo globalizado, multicultural, que es cambiante y por ende propendemos a la formación de profesionales flexibles, proactivos en las búsqueda de conocimientos y soluciones”.
Por último, destaca que “me siento muy agradecida de la UCN, de las posibilidades que me ha brindado para mi desarrollo profesional y lo gratificante que ha sido todo, desde el perfeccionamiento hasta los apoyos a iniciativas que una pueda tener. En ese sentido, estoy muy agradecida y me siento tremendamente orgullosa de ser parte de una Universidad de excelencia y, desde mi punto de vista, la mejor de la Macrozona Norte. Me siento muy identificada con esta Institución”.