El funcionario conversó acerca de su recorrido laboral y las experiencias que ha adquirido gracias a esto.
Juan Vera Butt es audiovisualista, camarógrafo y encargado del taller de televisión de la Escuela de Periodismo de la UCN. A través de su experiencia laboral ha participado en diversos proyectos tanto en producciones cinematográficas como en televisión, obteniendo así una visión panorámica del quehacer laboral en el extenso mundo de las comunicaciones.
Actualmente aporta con el desarrollo de los futuros periodistas, entregando herramientas técnicas en las cátedras de Periodismo Televisivo I y II, lugar donde ha aprendido a relacionarse nuevamente con los jóvenes universitarios, algo que cataloga como un desafío para su carrera.
¿Cómo fue que llegaste a la Escuela de Periodismo UCN?
Yo llegué en el año 2018 y fue gracias a un amigo que estudió Periodismo en esta escuela, que me dio el dato de que estaban buscando gente. Al principio fue un poco difícil porque estaba acostumbrado a trabajar en televisión y ese es un mundo completamente distinto al académico. Aquí tuve que aprender a relacionarme con estudiantes, adoptar cierta actitud y tener métodos para explicar las cosas. A veces llegan chicos al taller que no saben mucho y debo enseñarles uno por uno, de una manera que les interese y sea entretenido para ellos, es todo un desafío.
¿Cómo fueron tus inicios en el rubro?
Bueno, antes de entrar acá estuve trabajando en Antofagasta Televisión, en el área de producción y un tiempo antes trabajé también en prensa, pero mis inicios fueron en Santiago, todo lo aprendí allá. Cuando me titulé ingresé a una empresa cinematográfica, entonces lo que hacíamos era publicidad y cine, lo bonito de ese trabajo era que arrendaban muchos equipos, así que aprendí a hacer todos esos trabajos manuales, como por ejemplo operar grúas, donde todo el tiempo debes combinar la fuerza bruta con la sensibilidad del movimiento de cámara.
Ya después por muchos años tuve la oportunidad de trabajar en teleseries y películas, hasta que por motivos personales me tuve que devolver a Antofagasta. Aquí el trabajo en la universidad es mucho más tranquilo, no existe tanta presión y exigencia como lo es en televisión o publicidad.
¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo?
Bueno a mí lo que más me gusta del audiovisual es el tema de la iluminación, creo que si hay algo por lo que todavía siento pasión es la luz. Encuentro que es un fenómeno demasiado bello y mágico, pienso que uno con la iluminación puede, al igual que un pintor, hacer una obra de arte, entregar emociones, resaltar espacios, colores y texturas. Lograr eso de poder tomar algo técnico y generar emociones con esas cosas, es muy satisfactorio.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos de tu trabajo como audiovisualista?
Yo creo que sería ganarse la vida, porque es un campo muy difícil y cerrado, sobre todo acá en Antofagasta, aquí la oferta es mucho más reducida que en Santiago. Entonces es súper importante mantenerse en contacto con gente del rubro, yo acá trabajo mucho en eventos cuando vienen grupos o artistas, así que hay que aprender a hacerse el espacio para crecer profesionalmente. Al final uno es su propia empresa, tiene que cuidarse y saber venderse como una.
Lo otro que tiene este trabajo es que uno igual lo hace parte de su vida y súper compatible a la hora de hacer más cosas, ya después lo difícil es separar todo. Por ejemplo, yo he trabajado hasta en matrimonios y bautizos, he hecho de todo y no necesariamente en áreas que me apasionan, pero uno igual se entretiene y adquiere experiencia. Al final eso es lo que queda.
