En la entrevista, la egresada de la Universidad Católica del Norte recordó su paso por las aulas de la Escuela de Periodismo y los desafíos de trabajar como periodista corporativa.
Yandery Loayza Barreda es periodista, licenciada en Ciencias de la Comunicación, diplomada en Responsabilidad Social y magíster en Comunicación Estratégica. Poco antes de egresar de la Escuela de Periodismo UCN, la profesional tuvo la oportunidad de trabajar en una empresa minera de Antofagasta, experiencia que le permitió descubrir su pasión por la comunicación corporativa y que posteriormente, la llevó a desarrollarse en esta área.
Actualmente, es jefa de Comunicaciones en la compañía minera Teck Quebrada Blanca, cargo que ocupa hace más de 12 años y en el que se encarga de la implementación de la estrategia de comunicaciones de la empresa en la Región de Tarapacá, basada en el posicionamiento de las acciones de responsabilidad social a través de la gestión con medios de comunicación y la ejecución de un plan de medios.
Desde Iquique, Yandery habla sobre su paso por la Escuela de Periodismo y los desafíos que tomó durante su crecimiento profesional para aportar en las comunicaciones corporativas.
¿Qué recuerdos guarda de su formación?
Lo que más recuerdo en mi época de estudios era el clima familiar existente en la Escuela de Periodismo en aquel periodo. Toda la formación profesional que recibí junto a los conocimientos teóricos y herramientas técnicas, se dieron en un entorno de mucha vinculación con compañeros, cuerpo académico y todo el personal que trabajaba en la escuela. Sentí que había mucho interés por la formación integral de los alumnos. Para mis formadores, especialmente mi mentor, Isidro Morales (jefe de Carrera en ese periodo), era importante el contexto de donde uno venía, las actividades que uno realizaba, y para mí eso fue un incentivo para valorar mis propias ideas y desarrollar proyectos personales, gracias a la motivación y herramientas adquiridas en esta escuela.
¿Qué destacas de estudiar Periodismo en la UCN?
Definitivamente, la formación valórica. Pero no tiene que ver con un aspecto religioso que parece ser lógico de una Universidad Católica; sino más bien, con la formación desde lo humano, desde el respeto y otros valores como la ética, la verdad y la probidad. Probablemente hace 15 años esta temática no parecía ser tan prioritaria porque me formé en un contexto cultural donde lo académico estaba más orientado a los conocimientos técnicos adquiridos. Pero hoy en día, vemos lo importante que es la formación valórica en la parte profesional.
En el contexto de la discriminación o la corrupción que se vive día a día – por nombrar algunas problemáticas- es indispensable que los procesos de formación contengan una fuerte base valórica. Cuando uno egresa de una carrera, podemos aprender muchas herramientas más en la práctica, pero lo más difícil es aprender a ser personas íntegras. Esto es algo que se desarrolla desde mucho antes.
¿Cómo ha sido su experiencia laboral luego de egresar?
Ha sido una experiencia de aprendizaje permanente, al entender que, aunque uno egrese de la escuela, siempre estará activo el espíritu de aprendizaje, porque los cambios permanentes nos exigen actualizarnos siempre.
Poco antes de egresar de la carrera de Periodismo, tuve la fortuna de postular y ser aceptada en un cargo de entrenamiento en una compañía minera en Antofagasta, en un contexto nuevo para nuestra carrera: Las comunicaciones corporativas.
En los años 2000 se abrió con fuerza un campo laboral importante para los periodistas, que hoy trabajamos en empresas, con el desafío de llevar la sustentabilidad al negocio, y posicionar a las marcas por sus buenas prácticas. Toda esto ha sido una experiencia enriquecedora, porque desde mi rol me he entrenado en generar una articulación directa con todas las áreas del negocio y además he aprendido a construir vínculos con el entorno, lo que me permite entender la realidad local.
¿Cuál fue el camino que seguiste para llegar hasta donde estás hoy?
Mi trabajo en Antofagasta me permitió conocer la minería, especialmente en lo operacional. Después de pasar por esta escuela, asumí un nuevo desafío en la Región de Tarapacá, llegando a Teck Quebrada Blanca, previo a la construcción de un proyecto minero de clase mundial como es conocido Quebrada Blanca Fase 2.
El extenso periodo de evaluación ambiental, construcción y actual puesta en marcha de la nueva fase operacional, ha sido una tremenda experiencia tanto en lo profesional como también en lo personal. Desde las situaciones más favorables hasta las más complejas, la construcción de un gran proyecto minero tiene múltiples desafíos internos y externos, y donde todos los días se aprende algo nuevo.
¿Qué ha sido lo más desafiante de tu trabajo?
En mi carrera me he enfrentado a tres desafíos principales:
Aprender a conocerme. Teck me dio la oportunidad de participar en cursos de liderazgo donde descubrí muchas cualidades que no había percibido y que otros veían en mí, así como también me di cuenta que los demás desconocen cualidades que yo reconozco en mí. Acortar esta brecha entre lo que yo pienso de mí y lo que otros ven de mí, fue un ejercicio donde aprendí a conocerme mejor.
Posicionar mi trabajo. En mi formación académica siempre se nos dijo que el periodista no es la noticia y en general, en las comunicaciones empresariales, como área mostramos el trabajo de los demás. Sin embargo, es importante tener en cuenta que tanto en la organización como fuera de ella, es necesario dar a conocer la gestión propia, medir resultados y reportarlos, como una manera de poner en valor el aporte que realizamos desde las comunicaciones.
Conciliación: Convertirme en madre me llevó al desafío de la conciliación de la vida laboral, con lo familiar y personal. En los tiempos actuales, esta realidad tiene mucha más comprensión que hace 20 años, lo que incluso ha permitido mejoras importantes en la industria minera, como la apertura de más espacios laborales para mujeres.
¿Qué mensaje le enviarías a los estudiantes de Periodismo UCN?
Les diría que aprovechen esa etapa formativa que por cierto pasa muy rápido. Que aprovechen las conversaciones con profesores y disfruten sus propios logros. Que sepan mantener el equilibrio entre el rol de estudiantes que desafían el “status quo” y aquellos que aprenden de la experiencia de otros. La sabiduría de otros en un legado invaluable que debemos tener en cuenta.
Los periodistas tenemos la responsabilidad de generar y ofrecer contenido masivo, por lo cual este contenido debe ser atingente, noticioso y educativo, para poner en valor el aporte invaluable de muchas personas e instituciones.
Por último, no dejen de lado sus sueños. Lo más importante es que se desarrollen en el área que los apasione y nunca pierdan su esencia. Nunca olviden de donde vienen y tengan en cuenta que así como los periodistas creamos historias de otros, también podemos escribir nuestra propia historia y la de nuestras familias.