Tras una intensa y exitosa carrera, el maestro repasa los más de 40 años al servicio de la educación valorando el momento actual de la juventud y la UCN.
Raúl Villafañe Aguirre, coordinador de Inglés General y académico de la Escuela de Inglés, se emociona al pensar que cumplirá 43 años enseñando. Recuerda que, cuando salió de su natal Chuquicamata para estudiar Pedagogía en Inglés en la Universidad de Chile, sede Antofagasta, su motivación era viajar. Si bien lo logró durante su exitosa carrera en Santo Tomás y AIEP, donde llegó a ser vicerrector de sede, fue en la Universidad Católica del Norte (UCN) donde realizó gran parte de su carrera académica.
Invitado por la ex profesora de nuestra institución, Ana Tejeda, ingresó a la UCN en 1994 como profesor hora. “Me entregaron unas seis u ocho horas. En esos tiempos, el inglés no era muy transversal, había carreras muy específicas que tenían inglés de una a dos horas a la semana”, recuerda Villafañe con nostalgia, ad portas de acogerse al proceso de recambio académico.
¿Cuál es el balance que hace de su trayectoria?
Estoy plenamente satisfecho porque creo no haberme equivocado en lo que elegí. La gran mayoría de los alumnos que estudian Pedagogía en Inglés es porque les gusta el idioma, yo también entré por eso.
Mi propósito, cuando ingresé a la universidad, era estudiar inglés para viajar… en esos tiempos eran muy pocas las posibilidades y era bastante más difícil. Ya al segundo y tercer año, me di cuenta que era mi vocación (la pedagogía), y de ahí nunca más pensé en otra cosa que ser profesor.
Sin embargo, también ha tenido cargos administrativos…
Yo me siento muy cómodo en una sala de clases. Me complica tener cargos administrativos, que también lo hice por muchos años y lo sigo haciendo, pero la comodidad mía se produce en la interacción con todos mis alumnos ¡Quizás cuántas generaciones!
Es muy grato reencontrarse, cinco, quince o veinte años después, con personas que te reconocen todavía. “Hola profesor, usted me hizo clases en tal año”… lo complejo se produce después, cuando vienen con “usted profe le hizo clases a mi mamá”. Ya si me dicen “usted le hizo clases a mi abuelito” hay que preocuparse.
El 2015 usted fue distinguido como Docente Destacado de la UCN ¿Qué momentos releva de su carrera?
La distinción como Docente Destacado de la UCN es uno de los más importantes, porque normalmente para estas postulaciones se presentan muchas credenciales que yo no tenía, no era Doctor ni Magíster.
Esto fue respaldado por las autoridades, pero más importante, por los alumnos. En ese momento, el Centro de Estudiantes opinó que yo debía ser el Docente Destacado ¡Imagínate! Para mí fue una sorpresa, fue muy relevante.
¿Qué ha sido lo más significativo de trabajar en la Escuela de Inglés?
La calidez de esta Escuela, de las personas que están acá. Son gente buena, he llegado a un grupo que sabe acoger. He visto tantas generaciones de profes que han venido, se han ido, han permanecido…
Destaco lo que decía la decana ese día (en el desayuno de funcionarios de Humanidades) de lo que estoy muy agradecido, y es el respeto con el que me tratan. La verdad no sé si es tan merecido, pero todos me tratan de don Raúl. La decana decía algo muy bonito ese día… yo estaba complicado, ya se me caían las lágrimas. Decía “es don Raúl, todo el mundo lo conoce como don Raúl”.
La Escuela ha sido muy significativa, mucho, mucho. Yo creo que para todos los que trabajamos en esta universidad, es un prestigio.
¿Cuáles cambios relevantes ha notado en la juventud desde su llegada a la UCN?
Obviamente que muchos cambios desde el momento en que empecé a trabajar hasta ahora. Los jóvenes son más libres, se expresan mejor.
Creo que la inclusión ha sido muy importante. Nosotros, especialmente yo, los de mayor edad, hemos tenido que aprender a adaptarnos a esas situaciones. Incluso he tenido que adaptar mi forma de ser y vocabulario, he sido muy cuidadoso; yo los respeto y ellos me respetan.
Los alumnos no son los mismos que lo que solían ser 20 o 30 años atrás: demuestran sus sentimientos, lo que antes era muy difícil. Yo pienso que ha cambiado para bien, porque antes era muy difícil.
¿Y en la Universidad ve cambios?
Se ven muchos cambios al llegar a ser una universidad de excelencia. Se están construyendo cosas, contratando gente. Para mí es muy bonito ver que en la mayoría de las unidades hay pura gente joven, que han sido mis alumnos; es un gran cambio que le va a dar una nueva forma. También el hecho que la universidad se esté preocupando de que hayan profesionales perfeccionándose, obteniendo postgrados.
Sí yo creo que, desde mi punto de vista -espero que no sea malo decirlo- debería haber una mayor preocupación por el profesor hora. A lo mejor se están haciendo cosas y yo lo ignoro, pero hay que hacer algo porque hay muchos. También en la infraestructura: debemos llegar al nivel de las universidades de Santiago.
Nunca es suficiente porque siempre se requiere más. La Universidad está haciendo grandes esfuerzos, las autoridades nuevas han dado un nuevo impulso. Ubico muy bien al rector, al vicerrector académico, a la vicerrectora de asuntos económicos, de cuando fueron jefes de carrera; tuve mucha relación con ellos, entonces pienso que en los próximos años la Universidad irá mejorando.
Considerando su trayectoria ¿qué mensaje le dejaría a la comunidad UCN?
Es una pregunta muy difícil porque considera muchos aspectos. Primero diría que hay que sentirse orgulloso de trabajar en una universidad como esta, porque es una universidad de prestigio.
Nosotros tenemos muchos profesores que hicieron su carrera acá y que, al salir afuera, dijeron que trabajaron acá y se les abrieron puertas. En todo ámbito, no solamente docente, administrativo igual.
Esto no se acaba, cada año aumenta la exigencia. Seguir adelante, entregarlo todo por la universidad y por los alumnos.
Agradecimientos
Villafañe aprovechó la instancia para agradecer el apoyo de su familia. “Mi señora, mis tres hijos y cinco nietos han sido fundamentales para lo que he podido conseguir. Me mueven y preparan el camino para venir tranquilo”, reconoció.
También valoró al equipo docente de Inglés General, el que lideró por casi 15 años. “Un grupo que trabajó muy bien, les doy el agradecimiento a ellos porque dieron la fortaleza de ser muy respetados por los alumnos”, admitió.
Si bien Villafañe se acogerá al proceso de recambio académico, continuará en las salas de clases al menos dos años más. Luego, podrá evaluar si seguir en las aulas como profesor hora, lo que desde ya está considerando: “me podría permitir darme el lujo”.
