El funcionario analizó la actual generación de estudiantes UCN e hizo un llamado a las y los egresados.
En los 24 años que Ricardo Reitter Sandoval lleva trabajando como encargado del Taller de Radio “Juan Culún Pastén” de la UCN, ha visto el cambio generacional tanto en el estudiantado como en la tecnología. En esta entrevista, analiza la actualidad de la Escuela de Periodismo desde una perspectiva histórica y a la vez nostálgica, sin perder el entusiasmo que lo caracteriza por la formación de profesionales de las comunicaciones.
Este 2023, la Unidad inauguró nuevamente su espacio de trabajo, el que ahora luce un locutorio remodelado y 11 puestos de trabajo de postproducción en reemplazo de una gradería; lo anterior, en el marco de un plan de mejoramiento de las instalaciones que contempló también al Taller de Televisión.
¿Cómo se gestaron los nuevos equipos?
Esto viene de hace tiempo, fue una idea que tuvimos con Eduardo Guggiana, decidimos que había que reinventar el taller de radio. Hubo que diseñar las mesas que están en los bordes para que los estudiantes tuvieran estaciones de trabajo y edición. A la vez, optimizar el locutorio, donde pasamos de una mesa redonda donde cabían tres micrófonos, a una en forma de “U” donde caben cinco micrófonos. Le da otro estilo, más moderno.
Se optimiza más el tiempo, ahora puedes poner más personas en el locutorio. En la cabeza siempre está la persona que dirige la entrevista y a los lados están los entrevistados. Estamos grabando unos podcasts con el Doctorado en Minería, grabamos con USQAI también. Con todos estos cambios, ya nos están solicitando el arriendo del taller.
¿Y los estudiantes graban?
Sí, los estudiantes de Periodismo continuamente están grabando sus podcasts, personales y para la cátedra.
¿Cómo ha sido la adaptación ante el avance de la tecnología?
Como tú sabes, antes era todo analógico, luego llegó el CD, el DVD, la cinta de cassette, toda esa tecnología que no era táctil. Ahora en la era digital, es mucho más limpio, práctico y rápido.
Cuando llegué a la Universidad en 1999, todas las ediciones se hacían de cinta reel, de cinta magnética. Era complejo para quien no sabía usarla, pero yo venía de una escuela donde trabajábamos con esas grabadoras, para mí era más práctico, no se me hacía tan difícil. Viendo hoy el pasado, tenía cierta expertise, había que ser diestro en ello… trabajar en radio no es como trabajar hoy en día, donde tienes todo en un solo computador; antes no te podías ni mover del asiento.
El traspaso a la era digital fue excelente. Hubo gente que venía de hace muchos años en radio que nunca aceptó ese traspaso, siempre se quedaron en lo analógico, les dio miedo ese cambio y se quedaron en el camino.
Después de la pandemia hubo un recambio generacional en la UCN ¿Cómo ve al actual estudiantado?
Son cabros buenos que tienen ganas, fuerza e inteligencia, sin embargo, les falta el apoyo de las generaciones anteriores. En general los veo con falta de inquietudes, de ir más allá; por ejemplo, cuando llegan en primer año, les ofrezco que vengan a practicar locución, y vienen algunos pero no todos, entonces se quedan con lo que tienen.
Eso desanima un poco. Antes, en tiempos pretéritos, los estudiantes tenían mucho menos que esto pero eran más busquillas, los veías en el patio leyendo ¡ahora no hay nadie leyendo! siendo que el periodista debe leer mucho. Sin embargo, están al tanto de los realitys.
Ahora bien, son como un diamante en bruto, tenemos la oportunidad para entusiasmarlos y moldearlos un poco. Yo tengo una mentalidad un poco más tradicional, de repente tengo que pensar un poco como están pensando ellos, que tienen otra mentalidad, en lugar de presionarlos… sino, pasaré a ser el viejo pesado. Tampoco pretendo estar a la par con ellos, pero sí entusiasmarlos un poco más.
¿Cuál cree usted que es el rol que tienen los funcionarios de Apoyo a la Academia con las y los estudiantes?
Apoyarlos en lo que más se pueda, en las inquietudes que tengan. No solo va de sentarse aquí y grabar, de repente te piden cosas que son ajenas a tu cargo y uno de buena voluntad va y lo hace, no es siempre pero cuando se requiere la idea es estar siempre para los estudiantes.
La idea es involucrarse en el rol de Apoyo a la Academia, que va más allá, va en la parte humana con los alumnos. Tratar de apoyarlos, escucharlos, que se suelten, que aprendan a crear en lugar de darles todo servido. Uno los aconseja sí, pero que surja de ellos la idea principal.
De hecho, usted mantiene una buena relación con egresados…
Lo que ocurre en el taller de radio es que hay otra dinámica. No es que ande con ellos de tú a tú ni echándonos bromas, pero tal vez proyecto cierta confianza con los alumnos. Es encachada la dinámica, dentro del marco del respeto, por supuesto.
Uno durante el año cultiva esa cercanía, si bien soy rígido con los horarios en respeto a los demás, siento que el alumno siempre tiene algo que decir, aparte del trabajo en sí. Hay chicos que de repente están muy solos acá, tienen problemas, ahí uno trata de preguntarles, aunque no directamente, para que se desahoguen. Con esa ayuda uno va cultivando. Por eso quizás los que han salido me tienen aprecio, creo que puede ser eso.
¿Qué le diría a las personas que están pensando en estudiar Periodismo?
Si realmente sienten ser periodistas, en el corazón, que lo hagan. Debe ser una dedicación 100%, es de mucha vocación, deben buscar, investigar, no parar. Esto no para, mientras más sepan, mucho mejor. Deben ser busquillas, leer mucho, escribir bien, tener buena dicción, todas esas herramientas. Ir siempre un paso adelante.