En la entrevista, la académica profundizó algunos detalles de su tesis y los desafíos a los que se enfrentó al hacer investigación en otro país.
El pasado 6 de junio, la académica de la Escuela de Psicología, Dra. Karla Tay Karapas, aprobó con distinción máxima la defensa de su tesis “Divorcio parental y bienestar subjetivo en adolescentes: Una aproximación desde la teoría del apego”, obteniendo el grado de Doctora en Psicología de la Universidad del País Vasco, San Sebastián – España.
Desde el pregrado, la profesional ha tenido un gran interés por la psicología clínica, razón por la que en 2008 decidió estudiar el Magíster en Psicología Clínica de la Universidad Adolfo Ibáñez y más tarde, el Postítulo en Psicoterapia Sistémica Estratégica del Centro de Atención Psicológica Sistémica. De ahí que sus líneas de investigación se han desarrollado en torno al apego en la Infancia y Adolescencia, Salud Mental y Bienestar Infantojuvenil, Divorcio Parental.
¿De qué trata tu investigación?
Mi tesis doctoral tuvo como objetivo principal analizar el bienestar subjetivo de los adolescentes chilenos en el contexto del divorcio parental y su relación con el apego.
Estuvo compuesta por cinco estudios empíricos. En el primer estudio se evalúa la asociación entre el apego a los padres y el bienestar subjetivo, examinando la contribución diferencial que la figura materna y paterna hacen al bienestar subjetivo. El segundo, se centra en evaluar diferencias en la satisfacción con la vida y en la calidad del apego a la madre y al padre entre adolescentes provenientes de familias intactas y quienes han experimentado el divorcio de sus padres. El tercero, examina las asociaciones directas e indirectas entre el apego a la madre y el padre, y el bienestar subjetivo a través de la autoestima en adolescentes que han experimentado el divorcio parental. El cuarto, evalúa el impacto de una intervención piloto basada en el apego sobre la adaptación de los adolescentes al divorcio de los progenitores. Finalmente, el quinto estudio evalúa las propiedades psicométricas del Cuestionario de Adaptación al Divorcio-Separación (CAD-S) en padres/madres divorciados/as para su uso en el contexto chileno.
¿Cuáles fueron sus principales desafíos al realizar el doctorado?
El primer desafío fue adaptarme a un nuevo país, lejos de la familia y amigos, con un sistema de educación y un contexto social y cultural distinto. Ya había estudiado en diferentes lugares, pero siempre dentro del país.
En lo académico, personalmente creo que he tenido la suerte de recibir una formación profesional solida a lo largo de los años, por lo que mi desempeño y rendimiento no fue excesivamente difícil. Lo más complejo en este ámbito, fue lograr delimitar mi investigación, pues tenía ideas bastantes ambiciosas, como validar pruebas, ejecutar intervenciones, investigar sobre variables de interés, entre otros. Y por último, lograr publicar los resultados de mis investigaciones, que era un requisito (y un propósito personal) para culminar mis estudios de doctorado. En las ciencias sociales es todo un desafío lograrlo, sobre todo en tiempo acotado.
¿Cómo recibiste la noticia al obtener la distinción máxima en tu doctorado?
Con la alegría por haber hecho un buen trabajo investigativo y la satisfacción de poder haber culminado un proceso de trabajo arduo, que no estuvo exento de dificultades, pero que llegaba a su fin de la mejor manera y dando lo mejor de mí, tanto en lo profesional como personal.
¿Cómo descubriste tu interés por la investigación?
Si bien mi interés por la psicología clínica fue la principal motivación para ingresar a mi carrera de pregrado, desde mi ingreso nunca me desvié de allí, ya sea por prácticas clínicas, tesis clínica, magíster y postítulo clínico, etc. Paralelamente siempre fui ayudante de asignaturas de pregrado y me fui encantando progresivamente con la docencia y posteriormente con la investigación. Creo que tuve referentes muy positivos en profesores e interés personal por ir buscando conocimiento científico en diversos temas; y una vez que volví a la UCN como docente, comencé a participar en equipos de investigación que me permitieron abrirme como nueva área de interés, siempre vinculada a mi ejercicio clínico y al bienestar de niños/as y adolescentes.
¿Qué consejo le darías a alguien que está iniciando en este campo?
A alguien que se está iniciando en el campo de la investigación, le diría que si bien hay que elegir temas de interés a nivel nacional y mundial; lo más importante es ser fiel a los intereses personales, a lo que me mueve a investigar, pues se pasa largas horas y requiere mucho esfuerzo, y una forma de mantener la motivación es saber que la investigación tiene un sentido y un propósito, que en mi caso siempre estuvo y está ligado a mi quehacer clínico, cómo ayudar a otros, principalmente a niños/as y adolescentes.
Asimismo, contar con el apoyo de colegas con más trayectoria o experiencia, que acompañen el camino de la investigación me resultó crucial; así como un tutor o director de tesis con el que se pueda contar y trabajar.